20/enero/2013 Estatal.
Han pasado 28 meses desde que la playa de Tenacatita, ubicada en el
municipio de La Huerta en la costa de Jalisco, fue secuestrada y
privatizada por una controvertida decisión judicial. La resolución del
juez estatal concedida a la empresa Rodenas, cuyo representante es el
controvertido empresario José María Andrés Villalobos, fue impuesta por
la fuerza y la represión con un operativo de la Policía del Estado.
Más
de 200 uniformados llegaron la madrugada del 4 de agosto de 2010 a
desalojar a los más de 100 pobladores, comerciantes y pescadores que
tenían sus hogares, comercios y formas de ganarse la vida en esa playa.
Sin explicación de por medio, fueron desalojados por la fuerza y en
medio de golpes, insultos y amenazas.
En
el hecho sufrieron un doble despojo: el despojo de la playa donde
vivían y se ganaban la vida; y el despojo de sus pertenencias y
propiedades. Uno de ellos tenía un restaurante y ofrecía paseos
deportivos a los turistas; a una mujer de origen extranjero le arrebató
el hotel que con años de trabajo había levantado. Todo les fue
arrebatado. Casas, hoteles, comercios y todo lo que tenían dentro, fue
despojado de manera violenta y traumática.
Primero
quedó para disfrute de policías estatales y ahora ha sido apropiado por
los guardias privados contratados por el empresario Andrés Villalobos.
Desde
el desalojo violento ocurrido en agosto de 2010, los pobladores de
Tenacatita, el ejido de El Rebalse al que pertenece y el gobierno
municipal de La Huerta han pedido a las autoridades estatales y
federales que resuelva a su favor un litigio de enormes repercusiones
sociales. Pero ha sido en vano. De hecho, según informó el regidor de
Movimiento Ciudadano, Salvador Magaña, la concesión a Rodenas venció
esta misma semana, y sin embargo, el uso de la playa sigue privatizada
de facto por los guardias de Rodenas.
Los
pobladores de Tenacatita tenían una ligera esperanza de que el relevo
de gobierno municipal y federal pudiera cambiar el viento a su favor,
pero no ha sido así.
Por
el contrario, las vacaciones de Enrique Peña Nieto en la costa de
Jalisco hablan de las fuertes relaciones que los empresarios que
despojan las playas de Jalisco mantienen con el poder político. Es
justamente ese anudamiento de intereses empresariales, políticos y hasta
de la delincuencia organizada las que empujan la marea de despojo más
grande de la historia reciente, no sólo en la costa de Jalisco, sino en
todo el estado.
Esa
marea despojadora y privatizadora se está comiendo lo que hasta hace
poco era de dominio público, para disfrute común. Ahora ya no es así, 90
por ciento de las playas de Jalisco han sido despojadas, están
privatizadas.
Ante
la complicidad de los gobiernos y de los poderes políticos con los
despojadores, sólo queda la autoorganización de los pueblos despojados.
Texto publicado en El Respetable el 14 de enero del 2013. Autor: Rubén Martín.